miércoles, 2 de septiembre de 2009

El sentido lúdico del sexo

Antropológicamente podemos establecer una dicotomía entre sexualidad animal y sexualidad humana. Hacer esta diferenciación no es baladí, ya que mientras la sexualidad animal tiene como único objeto la procreación, la sexualidad humana cumple otras muchas funciones, no solamente las reproductivas ya que el placer en las relaciones sexuales es uno de los elementos que hace que el comportamiento sexual y la cópula se estabilicen en el tiempo. Otra de las diferencias sería que mientras la sexualidad animal está sujeta a ciclos, celo, de apareamiento, la sexualidad humana tiene como rasgo el celo continuo.


seressexuales01092009b


creativecommons


Actualmente, y ciñéndonos a la sexualidad humana, podríamos establecer tres abordajes teóricos para explicar la misma. El primero sería un agnosticismo dentro del campo teórico que determina a priori que es imposible determinar la completa el “mapa” de la sexualidad humana. Otra escuela teórica, que podríamos llamar utilitarista, defiende que la conducta sexual se produce debido a que la misma es útil a los miembros de la especie humana.


Por último nos encontraríamos con un paradigma en el cual se tiene una visión integral de la sexualidad, entendiendo la misma como un componente inherente a cada individuo. Esta escuela teórica desdeña las explicaciones simplistas que explican la sexualidad como una actividad puramente física e intenta ir al núcleo de la persona para entender su sexualidad. Estos planteamientos implican introducir otras variables a la hora de determinar la actividad sexual de los humanos: arte, armonía corporal, psicología, espiritualidad y la biografía personal de cada uno. La interrelación de todos estos elementos explicaría la actividad sexual de cada persona y sería una identidad individual y producto de un proceso.


Fuente: Enrique Rojas |  Imagen: TUKAIRO





No hay comentarios.: