Previo a la unión sexual entre dos seres han sucedido antes varios fenómenos. Generalmente el primer paso es la atracción visual, (aunque ahora también el primer contacto pueda ser por internet y no verle la cara). La mayoría de las veces los ojos nos llevan a mirar aquello que comenzamos a desear. Junto con la vista, aparece una lluvia de hormonas y movimientos internos energéticos que nos sacan de la rutina habitual.
El primer punto de inicio a saber es que ya somos completos. Ya tenemos una perfección adherida, una luz. Cuando esa luz interior está encendida podemos encontrar otra luz para que en la unión las fronteras de las llamas individuales se disuelvan creando una llama más potente y clara. Si la llama no se disuelve en la otra llama siempre quedará el ego. Y el nacimiento de lo que llamamos amor y conexión no se producirá. Hay que olvidar el ego para amar. Hay que dejar que la llama del alma irradie plenamente.
Has hecho diversas experiencias. En la actualidad, estar solo también es una elección individual. ¿Será porque no es tan fácil encontrar a la otra parte? ¿Será que la gente se cansa de buscar? ¿Será porque estando solo mantienes tu libertad? ¿Será que tus amantes y parejas te han dado experiencias de dolor? Pueden ser muchos factores. Pero,
¿dónde puedes llegar con el sexo? En última y más profunda instancia a la iluminación espiritual. A descubrir la unidad del espíritu que hay dentro tuyo con todo lo que existe.
¿Qué es lo sagrado? Todo lo que es un rito sagrado, es difuminar y convertir en magia las emociones del momento. No hay nada más importante y más poderoso que el momento. Cuando tenemos el "aquí te pillo, aquí te lo hago, y acabo en unos segundos", claramente muestras que a tu yo espiritual le falta mucho lustre. Tú no quieres tener un hombre así, ni tampoco quieres a una mujer así, no los quieres, porque lo que hace que el amor sea mágico no es el acto, sino la sacralidad que lleva al acto, porque todo ello es mente" Ramtha.
La unión del sexo y la meditación aporta éxtasis. La fuerza de la vida con la fuerza de la conciencia. La generación de una corriente energética-existencial que inunda el corazón y la piel. La meditación significa estar en el centro de uno mismo. Al anexar la meditación a la actividad sexual podemos decir que tenemos un gran barco (la energía sexual) con un excelente capitán (la conciencia). Y, de la misma forma que un navío necesita una guía para saber dónde llegar, nuestra energía sexual instintiva necesita la conducción que la meditación ofrece.
EL LIBRO DEL SEXO - OSHO
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