Todos los hombres son infieles. Falso. Las investigaciones muestran que uno de cada tres hombres le es fiel a su compañera. Los hombres machistas tienen la mayor tendencia a ser infieles.
Todas las mujeres son fieles. Falso. Una de cada tres mujeres le es infiel a su marido. Las mujeres resentidas y decepcionadas de sus maridos son las más propensas a ser infieles.
La infidelidad acaba con el matrimonio. Falso. Un número considerable de parejas superan la crisis producida por la infidelidad de uno de los cónyuges y salen fortalecidos de esta experiencia. Hay parejas que solo pueden llegar a ser felices después de superar una crisis como esta. Aquellas personas que creen que todo se acabó con la infidelidad se niegan la oportunidad de aprender de los errores.
La infidelidad desaparece si la pareja no hace nada. Falso. Si la otra persona disimula y no se da por enterada, el problema tiende a cronificarse y después es casi imposible solucionarlo. Lo adecuado es hablar claramente, con tranquilidad sin ofender. Es sano mostrarle a la otra persona como nos sentimos por su infidelidad.
El amor impide la infidelidad. Falso. En parejas donde hay mucho amor también pueden presentarse infidelidades. El amor disminuye las probabilidades, pero no garantiza la total fidelidad. De hecho, muchas personas infieles no desean separarse de su pareja porque sienten que realmente la aman.
Las parejas con intensiva vida sexual no viven problemas de infidelidad. Falso. La insatisfacción sexual no es la única causa de infidelidad. Personas con una placentera vida sexual pueden ser infieles por otras necesidades insatisfechas, ocasiones de alto peligro o sentimientos propiciados como los deseos de venganza, el resentimiento, las ganas de explorar otras experiencias.
miércoles, 24 de junio de 2009
PRINCIPALES MITOS CON RESPECTO A LA INFIDELIDAD
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