miércoles, 5 de noviembre de 2008

Mitos Sexuales: Verdad o Mentira...??

Exiten muchos mitos al rededor del tema sexual, que si te masturbas te da demencia, que las mujeres nunca son infieles, que sacar el pene de la vagina antes de eyacular te protege del embarazo,  que el semen engorda...en fin; un sin fin de ideas que en su momento, hace algunos años servian como "freno" que imponian los adultos para evitar la actividad sexual en los jovenes, actualmente sabemos que muchos de ellos (si no son todos) NO son ciertos.



A continuación algunos de los más conocidos...que hoy en día siguen estando presentes en nuestro pensamiento :



1) Masturbarse con mucha frecuencia provoca acné. 



Durante décadas, padres y educadores intentaron reprimir la libre expresión sexual de los más jóvenes con todo tipo de mentiras. La masturbación, al ser la práctica más socorrida y fácil de consumar, ha sido también la más difamada.  Se llegó a decir que si alguien se hacía demasiadas pajas podía sufrir, entre otras cosas, epilepsia, ceguera, pérdidas de memoria, torcedura de pene, degeneración nerviosa, demencia, infertilidad, impotencia, mongolismo, epilepsia y, ya en casos extremos, incluso la muerte.



Algunas abuelas, llegaban a decir: “No te toques,  que te van a salir pelos en las palmas de las manos”. Por supuesto, es todo mentira y ya no hay nadie que se crea estas falacias.



Lo que se comenta hoy en día es que un exceso de autoestimulación sexual provoca acné, tal vez porque un alto porcentaje de adolescentes tienen espinillas (claro, por los cambios en el metabolismo, NO por la masturbación) y se da por supuesto (otro mito) que a esa edad, las personas se autoestimulan más que nunca.  Vale aclarar, el acné es una infección de los folículos cutáneos por un exceso de grasa y por  la acción de estafilococos (Microorganismo de tipo bacteria, que crece en las mucosas y en la piel y genera infección).



La masturbación es una práctica sexual muy sana que no causa ningún tipo de enfermedad o trastorno mental.



2) Los hombres son más infieles que las mujeres. 



La verdad es todo lo contrario: las mujeres son más infieles que los hombres, lo que sucede es que las mujeres mienten mejor y son muchísimo más discretas.  Los hombres no  saben callar y, en cuanto echan una cana al aire, corren al bar, citan a TODOS sus amigos y  relatan la faena.



Pero, como dice Gisela Runte en su libro ¿Por qué somos infieles las mujeres?, los cuernos de mujer "son bastante más frecuentes de lo que imaginamos".  Usualmente, la mujer tiene más motivos que el hombre para engañar, motivos que no se limitan al aspecto sexual y van más allá: búsqueda de cariño y comprensión, ganas de sentirse deseadas, de vengarse o enamorarse de nuevo ( infidelidad platónica)... Las encuestas sobre pareja y comportamiento sexual revelan que el 49% de las mujeres son  o han sido infieles en algún momento de la vida, frente al 43% de los hombres que son o han sido infieles en algún momento de la vida.



Sin embargo y en defensa de las que NO somos infieles, cabe recalcar que no se debe generalizar, lo más apropiado seria pensar: "le estoy dando a mi pareja todo lo que el/ella necesita?"...La respuesta nos dira si debemos o no buscar prolongaciones de hueso (cuernos) en nuestra cabeza.



3) Si no hay eyaculación, no hay embarazo. 



¿Cuántos seres humanos deben su atormentada existencia a este mito sexual?



Podemos presumir que muchos, millones. La idea supone que se puede penetrar a una mujer sin preservativo y sacar el pene poco antes del orgasmo para eyacular fuera y evitar un embarazo,esta es una idea  muy temeraria y carece de base científica.



La terrible verdad es que si no hay condones a mano, o no se sigue un plan de anticoncepción oral o inyectada habrá que correr a la drogueria más cercana  por un paquete (o varios), y vas a tener que ser muy cuidadoso en el uso del mismo para no arriesgarte a un embarazo no deseado. Porque, lamentablemente, el líquido preeyaculatorio que el pene segrega cuando se pone en acción (con objeto de limpiar la uretra de los ácidos de la orina) contiene espermatozoides capaces y esperanzados de fecundar óvulos.



Lo que si es cierto es que  tal líquido contiene muchísimo menos espermatozoides que el semen, pero.. de que los hay..los hay, y el riesgo de un embarazo no deseado es inminente. Así que, aunque el condón sea un rollo, más vale prevenir que abortar.



4) El semen engorda.



Este mito tiene, al menos, una base real: SI, el semen tiene  muchas vitaminas, proteínas y aminoácidos.  En realidad, los espermatozoides flotan en una saludable mezcla de fructosa, aminoácidos, calcio, sodio, potasio, ácido cítrico y fósforo, entre otras sustancias que componen el semen humano. Pero la cantidad de nutrientes que contiene el semen no son suficientes, nunca, para alimentar a una persona.



En algún momento de la historia de la humanidad, un amante aburrido y necesitado de nuevas experiencias excitantes, usó esta información para convencer a su amante de que se tragara su semen, y así el mito creció como bola de nieve,  y hoy, en la era de la anorexia y el culto al cuerpo extramadamente delgado, te encuentras con "niñas inocentes" que dicen que no beben semen porque engorda.



Si esto fuera así,  la inmensa mayoría de las actrices porno –especialmente las que hacen "swallow semen"- estarían gordas como vacas.



5) Los espermatozoides de cada testículo producen hijos de diferente sexo. 



NO. Mucho se ha especulado sobre los trucos para elegir el sexo de un bebé: alguunos decían que el misionero traía niños y si se ponía la mujer encima traía niñas, otros que si se copulaba con luna llena, sería niña, y si había cuarto menguante o creciente, sería niño...



En Oaxaca (México) las viejas parteras aseguran que si la mujer hace el amor mojada con agua, nacerá una niña. O que si se come mucha carne nacerá niño y si se come mucho chocolate será niña. Pero, indudablemente, la teoría más disparatada es la que dice que cada testículo alberga espermatozoides de un sexo diferente.



Todavía son muchos los pacientes que acuden a citas ginecológicas o urológicas con esta cuestión. Pero la verdad es que  ambos testículos producen las mismas células espermáticas y los mismos cromosomas. El sexo de un bebe, es decir, la fertilización, se decide en el momento en el que, dentro del cuerpo femenino, el espermatozoide (X o Y) se junta con el óvulo (siempre X). Por lo tanto, - y con esto se aclara otro mito- es el hombre, o sus espermatozoides, quien determina el sexo del bebe, no es la madre la que tiene la responsabilidad de engendrar al tan anhelado primogenito, el ovulo estará a la expectativa de lo que decida el espermatozoide.



Parece mentira, pero es así y, por lo tanto, no se tendrá un niño por apretarse el testículo derecho, ni será una niña  por apretarse el testículo izquierdo durante el coito.  Sin la intervención de la manipulación genetica en estado embrionario, el destino, y nadie más, es el que decide el sexo que va a tener tu hij@. Al menos por ahora...



 

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