"A mí me gustaría que todo el mundo estuviera iluminado a su manera, que expresara su iluminación a su manera. Si no fuera así, la vida sería un aburrimiento insoportable...
Kabir continuó siendo tejedor toda su vida. Entre sus discípulos había incluso reyes, y ellos le suplicaban: "Nos sentimos avergonzados de que, aún siendo anciano, sigas tejiendo y vendiendo tus telas en el mercado. Nosotros te podemos proporcionar todo lo que quieras. No tienes por qué seguir haciéndolo".
Kabir les contestaba: "Esa no es la cuestión. Yo quiero que la humanidad futura recuerde que también un tejedor puede estar iluminado y que, incluso iluminado, puede seguir tejiendo. La ordinaria profesión de un tejedor no es un obstáculo para su iluminación; al contrario, su tejer se convierte en su oración. Todo lo que hace es su oración; todo lo que hace es su meditación. Todo lo que hace es su expresión de gratitud a la existencia. Él no es una carga en la tierra, hace todo lo que puede hacer"...
Osho, Creer en lo imposible antes del desayuno
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