Las relaciones de pareja, como cualquier otro tipo de relación hay que cultivarlas para que siga floreciendo de un modo perenne. El amor, como las plantas, se cultiva y hay que darle cuidados todos los días del año ya que si no la relación se puede convertir simplemente en un hábito.
Lo que en un primer momento fue amor, se convierte en rutina y poco los miembros de la pareja pueden llegar a la conclusión de que lo único que los mantiene juntos es la inercia. Ahí puede llegar la ruptura debido a que uno, o los dos, miembros de la pareja pueden llegar a sentir que aquello ya no da para más.
Una de las cosas que nunca hay que olvidar, si queremos que la llama del amor se mantenga encendida es que el respeto es fundamental en la pareja. Este respeto se expresa ante uno mismo y ante nuestra pareja. Cuando las parejas llevan mucho tiempo juntas el respeto puede llegar a perderse. Es necesario cultivarlo y expresarlo siempre que sea necesario si queremos que la relación no acabe convirtiéndose en un proceso continuo de reproches mutuos.
Otra de las claves para mantener una larga relación de pareja es procurar que los dos miembros de la pareja se hagan felices mutuamente. La felicidad hay que avivarla de vez en cuando dando sorpresas a nuestra pareja, alejándonos de la monotonía, resolviendo los conflictos que puedan surgir en la pareja de un modo constructivo.
La comunicación también es uno de los ejes sobre los que reside una excelente vida de pareja. Sobre todo hay que hablar, comunicar nuestros deseos, nuestras inquietudes y verbalizar aquellas cosas que nos parecen que no están yendo como debieran. Muchas parejas acaban rompiéndose por la incomunicación que se produce entre los dos miembros de la pareja. La comunicación para que sea efectiva tiene que ser sincera, lo que hace mucho tiempo se llamaba hablar con el corazón.
Fuente: Para saber | Imagen: procsilas
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