miércoles, 30 de julio de 2008

Tengo una alergia…sexual

No son uno ni dos los alimentos, animales y vegetales a los que podemos tener alergia: a la lactosa, al polen, a lo gatos, etc., elementos que hacen que nuestro organismo reaccione a la defensiva porque no los tolera. ¿Y si os dijéramos que hay quien experimenta lo que llamamos alergia sexual, sin que por que ello esté inventando una excusa par no tener sexo, pues en realidad su cuerpo es capaz de mostrar rechazo ante determinados fluidos sexuales, pese a que mentalmente se encuentre más que predispuesto a intercambiarlos en el juego del amor?. Aunque parezca paradójico para algunas personas el placer puede teñirse de repulsa en el momento en el que el líquido preseminal, o el flujo vaginal hacen acto de presencia en el escenario de la pasión.


Cuando esto empezó a escucharse allá por los años sesenta investigando enfermedades de transmisión sexual, fueron varios los casos masculinos que se conocieron e informaron de cómo después de mantener relaciones sexuales sufrían molestas irritaciones en sus genitales, que se atribuían a una alta sensibilidad a las secreciones vaginales de sus compañeras. Pero ellos no resultaron ser los únicos, la ciencia ha seguido corroborando como las mujeres también pueden padecer este tipo de reacciones alérgicas al esperma masculino, que se caracterizan por picor en la vulva, hinchazón y escozor intenso en el área genital.


Como es fácil de imaginar, hay casos en los que un simple preservativo (para evitar el contacto de mucosas) puede disipar tan incómodas reacciones íntimas, por lo que a pesar del descontento por parte de los amantes del sexo sin barreras, suele ser una solución bastante sencilla y aceptable. El obstáculo puede ser mayor para aquellas parejas que desean tener hijos y que además de las sufridas alergias se encuentran con la formación de anticuerpos incompatibles con el esperma que les conducen a las puertas de la infertilidad. No obstante, hemos de decir que siempre les queda la opción de las técnicas de reproducción asistida.




Sabemos que el tema de hoy hace que casi irremediablemente se nos venga a la mente aquello de “bueno, ¡pero esto si que es mala suerte!”, porque nos resulta extraño pensar que algo tan agradable como debería ser el sexo acabe ocasionando inflamación, picor e irritación allí donde se juntaron los cuerpos diez o quince minutos después de saborear la victoria. En honor a la verdad, señalaremos que las alergias íntimas no se dan en una frecuencia elevada entre la población, y que existen otras como la alergia a la caspa o a los besos que son todavía más escasas y extrañas si cabe. Esta última se ha demostrado que en realidad es una incompatibilidad a alimentos específicos cuyos residuos han quedado en la boca de la pareja, y que al besarse se transfiere algo más que amor.


Pero desgraciadamente no son estas las únicas alergias que circulan en torno a la experiencia sexual, el organismo tiene alguna que otra forma más de oponerse bruscamente a participar de un encuentro sexual, como por ejemplo:



  • La hipersensibilidad al látex de los preservativos es otro factor que pasa factura a aquellos que quieren disfrutar del sexo con protección, aunque afortunadamente en la actualidad ya hay alternativas en el mercado a la hora de fabricar condones que no estén elaborados con este compuesto, como los de poliuretano, que permiten tener intimidad con seguridad sin que la calidad de las relaciones se vea dañada por los picores y enrojecimientos.Además de la famosa gomita, hay otras sustancias que pueden generar estas reacciones adversas, pues resulta que el diafragma (dispositivo vaginal que bloquea la entrada del esperma al útero), y el “tapón cervical” (un capuchón en forma de dedal que se sitúa sobre el cérvix actuando como método de barrera) también deben ser sustituidos como sistemas anticonceptivos en aquellas mujeres que muestran este tipo de molestias a las que nos estamos refiriendo.

  • Alergia a los espermicidas. Este método, que viene empleándose como complemento a otros como el preservativo o la píldora para aumentar la protección contra el embarazo no deseado, se encarga de exterminar los espermatozoides que hayan logrado traspasar la barrera, pero en su intento puede producir alta sensibilidad a algunas mujeres, que en ocasiones puede manifestarse como cervicitis o inflamación del cuello uterino.

  • Alergia al semen. Como antes os señalábamos, no usar condón puede convertirse para algunas damas en un motivo grave de pérdida de salud, y no nos estamos refiriendo a las tan conocidas enfermedades de transmisión sexual, sino a las reacciones alérgicas al esperma masculino. Es verdad que lo habitual es simplemente presentar síntomas como escozor, erupciones o ampollas en los genitales, pero se han documentado casos en los que esta alergia condujo a un choque anafiláctico y el consecuente fallecimiento. Sin ánimo de alarmar y con la sana intención de informar recordemos que hace unos años ingresó una mujer rumana en el Hospital de Negresti por una insuficiencia respiratoria que no pudo superar tras haberse saltado la prescripción médica de utilizar preservativo dada su alergia al semen.

  • Rechazo psicológico al sexo o aversión sexual. No es una alergia estrictamente hablando, pero la reacción del que la padece es similar, pues evita a toda costa mantener encuentros íntimos por haber tenido una mala experiencia sexual (abusos, eyaculación precoz, anorgasmia) de forma reiterada y sin concederse la oportunidad de recibir ayuda de un profesional. En esta ocasión es la mente la que responde a la defensiva, a pesar de que la relación sexual sea consentida y elegida.


Foto1: albixa

Foto2: Akila Siegrist




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