domingo, 26 de octubre de 2008

Potenciar el deseo sexual femenino

Deseo sexual hipoactivo


Potenciar el deseo sexual femenino

Diez de cada cien mujeres desarrollan disfunciones sexuales cuando se acercan a la menopausia. Un informe elaborado a partir de más de 6.000 entrevistas evidencia que entre el 9% y el 11% de las mujeres que se acercan a la menopausia desarrollan un trastorno del deseo sexual, el 9% tiene problemas para conseguir el orgasmo, y entre el 7 y el 10% padece un trastorno de la excitación sexual. Una de las disfunciones sexuales más frecuentes es el denominado Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo o Inhibido (TDSH) que, según el estudio, afecta al 6,6% de la población femenina española.

Una disfunción sexual se define como la alteración de una o más fases de la respuesta sexual, impidiendo la realización satisfactoria de las relaciones. Aproximadamente una de cada tres personas y una de cada dos parejas presenta algún tipo de disfunción sexual. El trastorno que altera el deseo (TDSH) puede afectar a ambos sexos y consiste en la disminución o ausencia de fantasías sexuales o del deseo de actividad sexual de forma persistente o recurrente.

El deseo y la respuesta sexual en el ser humano son procesos complejos, que involucran estímulos y reacciones cerebrales y mecánicas. El deseo varía según las épocas y las experiencias vitales; puede disminuir en situaciones de estrés y fatiga crónica y aumenta cuando se tiene una oportunidad sexual excitante. De la misma manera, cuando por algún motivo no se estimula la actividad sexual, generalmente, el deseo puede disminuir.

CAUSAS DEL TDSH (Trastorno del deseo sexual hipoactivo)




El deseo sexual hipoactivo puede estar provocado por causas físicas, como trastornos endocrinos, abuso de alcohol o psicofármacos. Una de las causas más frecuentes es un bajo nivel de andrógenos, ya que la testosterona es una hormona clave para mantener el deseo, tanto en el hombre como en la mujer, aunque en ella los niveles son mucho más bajos. El bajo deseo sexual también puede estar relacionado con causas psicológicas como ansiedad, estrés, depresión o problemas de pareja.

En otros casos, la ausencia de deseo puede ser reactiva a otros problemas que hacen que las relaciones no sean del todo satisfactorias como en el caso de impotencia, coitos dolorosos o anorgasmia. En algunos casos el problema aparece en personas que han tenido una educación sexual muy estricta, experiencias sexuales traumáticas o negativas (violación o abusos sexuales). El trastorno puede provocar malestar y en la pareja puede tener consecuencias importantes, aunque a veces el miembro afectado puede seguir manteniendo relaciones sexuales en un intento de satisfacer a su pareja.

A pesar de que una sexualidad satisfactoria es importante para mantener una buena calidad de vida, muchas de las personas que padecen este problema, por desconocimiento o pudor, no se lo consultan al especialista. Afortunadamente, la mayor información y apertura sexual de las últimas décadas ha facilitado que muchos afectados puedan abordar con éxito los problemas ligados a la sexualidad.

Fuente: Revista Consumer Eroski, por Teresa Romanillo (2008)


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