martes, 3 de marzo de 2009

Bebés a la carta

Padres de todos los tiempos han soñado siempre con poder elegir el sexo de sus hijos. A los "métodos caseros" para lograr un sexo u otro se unen hoy procedimientos científicos que ofrecen altas probabilidades de éxito. Hemos recopilado las técnicas más recomendadas para acertar a la primera.




Los métodos naturales




Para algunos son cuentos de viejas, pero otros juran que han dado resultado. La buena noticia es que no se pierde nada con intentarlo. Son métodos no invasivos, al alcance de cualquiera, que se basan en la creación de un ambiente conceptivo atractivo para el semen de un tipo o de otro.



El método Shettles se basa en las diferencias entre el esperma masculino y el femenino. El primero es más rápido, menor y más delicado, mientras que el segundo es más lento, de mayor tamaño y más resistente. Para determinar el sexo del bebé este método considera varios factores, incluidos el momento y la profundidad del coito, el pH de la mujer y la densidad de esperma.



Para concebir un varón este método recomienda mantener relaciones sexuales muy cerca del momento de la ovulación; antes del coito ducharse con una combinación de agua y bicarbonato (para hacer más alcalino el medio); tomarse un café; e incrementar la densidad de esperma (absteniéndose de mantener relaciones sexuales durante los 3 ó 4 días previos a la ovulación).



Además, advierten que el orgasmo libera en la mujer una hormona que hace más alcalino el medio, lo cual favorece las posibilidades de concebir un varón. También consideran la profundidad: cuanto más profundo sea el coito más probable será tener un niño. La alimentación es otro factor a tener en cuenta: los alimentos que favorecen a los varones son altos en sodio y potasio y están casi exentos de calcio y magnesio.



Para que sea niña habría que seguir los pasos contrarios: mantener relaciones tres días antes de la ovulación; antes del coito ducharse con agua y vinagre (para hacer más ácido el medio); reducir la densidad del esperma (con una ducha caliente previa); mantener relaciones poco profundas (cuanto menos profunda, menos alcalina es la vagina). Por último se deben consumir alimentos ricos en calcio y magnesio y evitar los que tienen un alto contenido de sodio y potasio.



Enlace | Univisión

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