domingo, 22 de marzo de 2009

A veces uno debería insistir en no se­guir las normas por el puro placer de no seguir­las

"De acuerdo. He estado escuchando a Ravi Shankar tocar el sitar. Tiene todo lo que uno pueda imaginar: la personalidad de un cantante, la maestría de su instrumento y el regalo de la innovación, que es muy raro en los músicos clásicos. Está enormemente interesado en todo lo nuevo. Ha tocado con Yehudi Menuhin; ningún otro ins­trumentista hindú de sitar sería capaz de hacer­lo, porque hasta ahora no se había hecho nada por el estilo. ¿Sitar con violín? ¿Estás loco? Pero todos los innovadores están un poco locos; por eso mismo son capaces de innovar.

Las personas que se dicen sanas viven vidas ortodoxas desde que se levantan hasta que se acuestan. Desde que se acuestan hasta que se le­vantan, es mejor no decir nada, no es que yo tenga miedo de decirlo. Estoy hablando de «ellos». Viven según las normas, disciplinadamente.

Pero los innovadores deben salirse de las normas. A veces uno debería insistir en no se­guir las normas por el puro placer de no seguir­las, y da resultados, creedme. Da resultados porque siempre te lleva a un territorio nuevo, tal vez al de tu propio ser. El médium puede ser distinto, pero la persona que hay en tu inte­rior, tocando el sitar, el violín o la flauta, es la misma: diferentes caminos que conducen al mismo lugar, diferentes líneas del círculo que conducen al mismo centro. Los innovadores tienden a ser algo locos e informales..., y Ravi Shankar lo ha sido".

Osho, Vislumbres de una infancia dorada
http://osho-maestro.blogspot.com/

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