viernes, 1 de agosto de 2008

Cambios en los senos durante el embarazo

Cuando una mujer queda en cinta son muy rápidos los cambios que se dan en los senos, y esto se debe a que se estos se están disponiendo para poder alimentar al bebe, es decir para darle de lactar. En realidad, cualquier mujer que ahora mismo esté preocupada por saber si está en cinta lo primero que debería tomar en cuenta es la apariencia de sus senos ya que estos son los primeros en experimentar cambios muy evidentes


Así, hay cambios como el cosquilleo, la hinchazón, la hipersensibilidad al tacto o también molestias. En realidad, para casi la mayoría de mujeres, una de las primeras reacciones del embarazo es sentir algunas incomodidades en los senos y esto se debe a que muchas hormonas femeninas se están incrementando en esta zona de su cuerpo.


Así, veamos cuáles son las reacciones más comunes para una mujer que está embarazada:


Aumento del tamaño del seno: cuando recién comienza un embarazo, hay una acumulación de la grasa en el seno, lo que ocurre debido a que las glándulas mamarias crecen de tamaño. Así, con mucha seguridad es posible que a las seis semanas el pecho de una mujer haya crecido de manera notable inclusive hasta una talla o más de la que ella normalmente usa. Por tanto, debe tenerse en cuenta que los senos seguirán creciendo en tamaño y también en peso sobre todo durante los tres primeros meses del embarazo.


La picazón y las estrías: conforme el pecho crece, la piel tiende a estirarse por lo que es posible que se sienta una picazón en ellos o se va la aparición de estrías.



Crecen las venas: ya que la sangre se dirige en mayores cantidades hacia los senos, lo más probable es que aparezcan venas de color azul bajo la piel.


Los pezones: se oscurecen y también pueden sobresalir más, es decir notarse más.


Las aréolas: es decir, la piel que rodea a los pezones también se vuelven más oscuras y aumentan de tamaño y esto se debe a que las glándulas más pequeñas glándulas que se encuentran en la superficie de las aréolas se hacen más grandes y se vuelven irregulares. Tales irregularidades o también bultitos son las que producen una sustancia algo aceitosa que hace que los pezones no se resquebrajen o se vuelvan resecos.


La secreción: a algunas mujeres durante las semanas 12 a 14 del embarazo, les aparece algunas secreciones en los senos. Esta secreción se llama calostro que es un líquido que va a alimentar al bebé durante los primeros días que suceden al alumbramiento, antes que estos empiecen a producir leche. Puede que el calostro salga por sí solo, también cuando los senos son masajeados o también cuando la mujer se excita. Así, al inicio de la gestación este calostro es más espeso y amarillento, en tanto que al acercarse el momento del parto, este se vuelve más pálido y casi sin color.


Las hormonas: la prolactina, oxitocina, la lactógena placental y la hormona luteinizante son las que participan activamente en el proceso de la formación de la leche y también las responsables de todos los cambios arriba nombrados.

Consejos para aliviar o aplacar los cambios de los senos durante el embarazo


Si bien estas recomendaciones no harán que desaparezca el dolor o las molestias por completo, lo más probable es que se alivien los malestares en gran medida:


Usar un sostén más adecuado: el sostén del embarazo podría ser un alivio a los síntomas antes mencionados, ya que una de sus funciones es soportar los músculos de la espalda. En general, esos brasieres tienen varias filas de ganchos para poder ajustar el tamaño a medida que el cuerpo va cambiando con el embarazo. Además, debes tener en cuenta que los que están hechos de algodón serán más cómodos que los sintéticos.


Usar un sostén para dormir: para un mejor descanso durante la noche, es mejor usar un sostén para embarazadas de algodón que sea suave para que sostenga bien los senos.


Usar almohadillas protectoras: estas se usan de manera desechable o también lavable y esto se hace si es que la secreción de calostro es mucha o incómoda, así, los senos se dejarán secar al aire durante un par de veces al día y también luego de bañarse.


La higiene: no se deben lavar con jabón los senos, es decir, ni la areola ni los pezones, porque se correrá el riesgo que la piel se reseque.


La hidratación: este tema tiene que ver con las estrías, las cuales se generan debido al estiramiento que sufre la piel durante estos meses, por tanto, esta zona tan sensible debe ser hidratada, esa es la clave. Por tanto, todos los días debes dedicarle un momento al cuidado de tus senos, de tal manera que te des masajes suaves para que la piel se mantenga elástica.


Finalmente, no debes preocuparte si no sientes ninguna de estas incomodidades en tu pecho, porque su ausencia no querrán decir que no estás apta o no tienes la capacidad para dar de lactar a tu bebe. En realidad, es normal que a algunas mujeres se le presente el calostro hasta luego de haber dado a luz. Además, si ves que los senos no cambian durante todo el embarazo lo más probable es que haya otros factores a tomar en cuenta, como por ejemplo, una biopsia, implantes de mamas, cáncer al seno antes del embarazo u otros; en tal caso, lo más recomendable es que la pareja consulte con un especialista o con el mismo médico que está haciéndole los chequeos mensuales.




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