jueves, 14 de agosto de 2008

Comportamiento distónico del ego

Los psicólogos dicen que el comportamiento sexual compulsivo no es algo de lo que uno tenga que burlarse. Este tipo de comportamientos lleva a que se tengan encuentros sexuales frecuentes e incontrolados, en algunos casos hasta cinco o seis al día. Este tipo de comportamientos destruye las relaciones sanas, termina con las carreras de las personas y, debido a las enfermedades de transmisión sexual, puede ser fatal. Las víctimas de la adicción sexual se obsesionan tanto con sus deseos eróticos que la adicción comienza a interferir con sus actividades diarias. Algunos literalmente buscan tener sexo las 24 horas del día, aun cuando después de cada episodio se sienten culpables o deprimidos por lo que sucedió. A esto se le llama comportamiento distónico del ego. Al definir el comportamiento sexual compulsivo, la frecuencia es mucho menos importante que la sensación de estar fuera de control. Dicho de manera sencilla, el adicto no puede detenerse a sí mismo, sin importar lo desagradable que sea el sexo. La compulsión no siempre se manifiesta por medio del coito sexual. La adicción puede mostrarse en actividades como el exhibicionismo o la masturbación. La adicción sexual puede ser tan debilitante como las adicciones más comunes.



Imagen tomada de Flickr por patoadame2003


La adicción también hace muy tensas las relaciones personales. Si el adicto está casado y busca fuera de su matrimonio otras relaciones para satisfacerse por completo, él o ella corren el peligro de ser descubiertos.





Para disminuir la posibilidad de ser detectados, muchos adictos al sexo buscan prostitutas, lo que puede ser dañino tanto para su bolsillo como para su salud. No hay que tener sexo cinco veces al día para ser considerado un adicto al sexo. Y de la misma forma, no se debe pensar que uno es adicto al sexo sólo porque se tiene un gran impulso sexual. No hay nada de malo en que una pareja quiera tener relaciones una o dos veces al día –sobretodo si la pareja es nueva-. Tampoco puede considerarse necesariamente adicto al sexo a la persona que disfruta mucho del sexo, se masturba o tienen una aventura extramarital de vez en cuando. De hecho, con frecuencia es difícil determinar en dónde termina el comportamiento sexual sano y en dónde comienza el comportamiento sexual compulsivo. En cuanto a los solteros, el comportamiento sexual compulsivo puede ser igualmente difícil de definir.


No se puede acusar a alguien de ser adicto sólo porque tienen muchas parejas. La promiscuidad en sí, no es un comportamiento obsesivo compulsivo. Sin embargo, si uno tiene relaciones de una sola noche que no satisfacen por completo, se debe empezar a preocupar. Aunque hay más hombres que mujeres compulsivos sexuales, el género no es lo verdaderamente importante. Ambos sexos son susceptibles y hay otros factores que también pueden contribuir a la adicción sexual. Por ejemplo, hay más probabilidad de que los adictos vengan de familias disfuncionales, familias en las que hubo alcoholismo, en las que se dio algún tipo de abuso. O quizá son personas que han superado recientemente una adicción. Los alcohólicos por ejemplo, pueden recuperarse pero después pueden expresar sus compulsiones sexualmente. Por otra parte, también se puede dar la figura de la compulsión múltiple en la que la compulsión sexual se acompaña de otros comportamientos habituales. Sin embargo, uno no debe aventurarse a concluir si uno es o no compulsivo sexual, o si nuestra pareja lo es.



Imagen tomada de Flickr por jeremias greco


No hay ninguna terapia rápida para alguien que sufre de adicción al sexo. De hecho, entre los psicólogos hay una gran controversia en cuanto a si esta adicción puede ser curada del todo. Algunos profesionales de la salud mental creen que el comportamiento adictivo se debe a problemas psicológicos inalterables, los que, como el alcoholismo, dejan al paciente en un estado de constante recuperación. Otros creen que el fondo es psicológico y que puede ser, si no curado, sí tratado por medio de terapia. Los que creen que tienen una adicción psicológica se pueden beneficiar mucho al asistir a un grupo de apoyo en el que el problema se trate en una forma similar a como se trata el alcoholismo en Alcohólicos Anónimos, pero la posibilidad de asistir a un grupo de estos dependerá de sí en el lugar en que se vive existe uno. Por otro lado, la mayoría de los psicólogos ven a la adicción como un comportamiento obsesivo compulsivo que prefieren tratar con una terapia individual. Sin embargo, la forma específica variará de acuerdo con la severidad de la condición.




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