sábado, 16 de agosto de 2008

Hiperplasia benigna de próstata

Hay una escena que es muy común entre las personas mayores. Presten atención sobre todo en los ancianos o personas mayores de 60 años en general. Cuando están de pie no se puede advertir este detalles, salvo que sea muy aparatoso, pero éste salta a la vista cuando la persona se sienta. Uno puede notar como un segundo abdomen por debajo del estómago. Da la impresión de que la persona presentara un serio problema de gases, pero no. Se trata de un problema en la próstata que se denomina hiperplasia benigna de próstata. Claro que habría que descartar que esta hinchazón sea benigna o producto de la presencia de cáncer. Sin embargo, podemos decir que se trata de una presencia más o menos común en las personas mayores de 50 años, por lo que los médicos recomiendan exámenes anuales de próstata a partir de los 45 años de edad. El hecho de que esta hiperplasia sea descartada como benigna, no equivale a decir que sea inofensiva y se debe chequear igual, periódicamente. Por otra parte, la dilatación de la próstata conduce a otros problemas como incomodidad al momento de orinar, lo que a su vez podría traer una infección de vejiga e incluso sobrecarga en la función renal.



Imagen tomada de Flickr por juancabebe


Esta hiperplasia es producto del normal envejecimiento del hombre y afecta al 50 % de los hombres mayores de 60 años, estadística que se eleva hasta el 80% en los hombres de 80 años. Al ser más que común es necesario prevenir el problema para lo cual es bueno conocer la próstata y su ubicación. La próstata es una glándula que se encuentra por debajo de la vejiga recubriendo la uretra que es el conducto que va desde la vejiga hacia el pene. La próstata es como una especie de aduana por donde necesariamente deben pasar tanto la orina como el semen.




De hecho, las secreciones de la próstata, aportan el mayor volumen al líquido seminal. Durante el mecanismo del orgasmo, la próstata se contrae y descarga el líquido hacia el conducto seminal, a través del cual es expulsado hacia el exterior. Este líquido es muy importante porque es el que aporta los nutrientes y en buena cuenta el sustento para que los espermatozoides puedan sobrevivir en la travesía que les espera hacia la reproducción.


Este líquido nutritivo que la próstata genera está básicamente compuesto de fructosa. En efecto, el mismo hidrato de carbono presente en las frutas. No es un misterio pues, que el hombre, en la prehistoria se haya alimentado básicamente de frutas en su dieta vidria, amén de vegetales y eventualmente carne. Esto apoya la teoría de que el hombre es esencialmente frugívoro, observaciones hechas en base a su conformación dental. Tiene además mucho sentido que la naturaleza haya elegido esta dieta para el hombre atendiendo a sus necesidades de reproducción constante para perpetuar la especie. Se ha descartado la intervención directa de la próstata en una impotencia, ya que esta está más asociada a la vasodilatación que al momento del orgasmo que es cuando interviene la próstata protagónicamente. En donde si afecta una hiperplasia de próstata es en el proceso de la micción. La interferencia puede ser hacia la dificultad para orinar, así como para la frecuencia del proceso y también la incontinencia del mismo. Es común la escena en los hombres mayores de levantarse a la mitad de la noche para acudir al baño.



Imagen tomada de Flickr por fernando gomez sancha


Se piensa que este cambio en el tamaño de la próstata está relacionado con el cambio hormonal en los ancianos. Sin embargo, los terapeutas que recomiendan el reemplazo hormonal con testosterona deben tener en cuenta que podrían agudizar el problema y contribuir aun engrosamiento aún mayor, amén de los efectos colaterales de un nivel elevado de andrógenos en sangre. La mejor manera para evitar tanta complicación es acudir anualmente a los chequeos de próstata para solucionar el problema en sus instancias mínimas. Generalmente estas consultas se hacen en base a una entrevista del urólogo pero en algunas ocasiones, éste debe realizar la prueba táctil y es aquí donde muchos hombres se lo piensan dos veces antes de colocarse en posición, pues el examen se hace por medio de introducción de dos dedos del urólogo en el ano. Unos por pudor y otros por malas experiencias que los dejaron con incontinencias urinarias, desisten de seguir acudiendo a estos exámenes. En caso de detección la ciencia ha desarrollado medicamentos que inhiben la segregación de las hormonas que están promoviendo la hiperplasia y otros que actúan sobre los impulsos de las fibras para inhibirlas en su crecimiento potencial.




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