lunes, 4 de agosto de 2008

La bolsa del buen amante: DHEA

Hace algunos años, el mercado del sexo se vio convulsionado por la aparición de un nuevo producto que no era el viagra. En efecto, me refiero a la hormona DHEA. Aunque lo correcto sería decir pro hormona ya que ésta es un paso anterior a la producción de una hormona. El DHEA sería el paso anterior hacia la producción de testosterona y estrógeno tanto en hombres como en mujeres. Esta pro hormona saltó a la palestra porque se vio que era muy efectiva para recuperar los profundos casos de astenia sexual, de impotencia y hasta de los más rebeldes casos de frigidez en la mujer. Pero no sólo esto, sino que traía varios valores agregados más que interesantes. Por ejemplo, se le señaló y se le señala como una sustancia antienvejecimiento. Incluso muchos expertos, aseguraban que había recuperado la memoria después de seguir un tratamiento en base a esta pastillita mágica. Pero lo más interesante del caso es que en ese momento y aún ahora muchos desconocen que esa misma pastilla que venden en las farmacias, no es otra cosa que una hormona que el propio organismo produce de manera endógena.



Imagen tomada de Flickr


En efecto, el dehidroepiandrosterona o DHEA es producida por nuestro propio organismo en las glándulas suprarrenales principalmente, aunque también a nivel de testículos y ovarios en cantidades menores. Sucede que esta hormona está en su pico máximo de producción en el organismo entre los 20 y 30 años de edad, tras lo cual desciende un 20 % cada década. Por supuesto, esto influye directamente en al producción de otras hormonas y todo el organismo empieza a trabajar diferente. Es por eso que a partir de los 30 años uno empieza a sentir que su cuerpo ya no es el mismo y casi siempre aparecen las primeras canas.



Se puede decir que en este punto el proceso de envejecimiento ha dado comienzo. Por supuesto aún no es motivo de alarma pero ya es un aviso de que se vienen los peores años de carestía, sexual sobre todo, que es lo que nos importa en este caso. Por otra parte, el contexto señala que el uso de hormonas es peligroso y sus efectos a largo plazo son insospechados. Por ejemplo la testosterona. Fue por esto que la industria pensó en sacarle la vuelta a la naturaleza y alas leyes de paso, y fabricar la hormona precursora de esta.


Fue así como desarrollaron la DHEA en laboratorio. Por supuesto que junto con la DHEA se colaron otras tantas hormonas precursoras, pero ninguna como la DHEA, según los expertos. El éxito de la DHEA, se dio principalmente porque inducía la producción de testosterona naturalmente por parte del organismo con la consiguiente recuperación del apetito sexual. La impotencia mejoraba, la frigidez también y con ellos la sensación de bienestar también. En otras palabras se reportaban casos de rejuvenecimiento. De ahí se vio que el efecto anti edad de esta hormona era muy apreciado por las personas mayores. Esto también encuentra su explicación en la producción de otra hormona llamada cortisol. Esta hormona esta asociada con el stress. A mayor nivel de stress, mayor producción de cortisol. La hormona cortisol tiene la funesta propiedad de catabolizar el músculo y convertirlo primero en azúcar y luego en grasa para ser acumulado como reserva en el organismo pues interpreta el stress como un estado de carestía en que el alimento escaseará. Se prepara entonces de esta forma. A su vez, la testosterona entra en conflicto con el cortisol y compiten por los receptores celulares.



Imagen tomada de Flickr por suplementos nutricionales


A mayores niveles de testosterona, menores niveles de cortisol. Con la DHEA se lograba esto de manera indirecta. Por cierto que el cortisol está muy asociado al proceso de envejecimiento y a una mayor producción de radicales libres. De ahí la importancia de mantenerlo a raya. A su vez, las investigaciones arrojaron que el stress impactaba negativamente sobre la producción de DHEA a partir de los 30 años de edad, justamente cuando el ser humano es más maduro y entra en la etapa de las preocupaciones tradicionales como el trabajo, la familia, etc. Sin embargo aún faltan muchos estudios respecto a la DHEA y su uso. Hay mucha gente que ya la viene consumiendo pero no se sabe cuáles pueden sor los efectos a largo plazo. Algunos informes médicos reportan que hay sobrecarga hepática al digerir estas pastillas, otros reportan desordenes en los niveles de azúcar o problemas de próstata. Si se piensa en tomar este suplemento para mejorar el rendimiento sexual, es necesario que sea monitoreado por el médico especialista, sobre todo si se usa en conjunción con otros suplementos y/o medicamentos.




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