viernes, 29 de agosto de 2008

Las curvas femeninas determinan la inteligencia de sus hijos

En realidad todo radica en los ácidos poliinsaturados que se encuentran en las caderas femeninas, haciendo así que el bebé se beneficie desde sus primeras etapas de gestación, es decir desde embrión, de estos contenidos que en realidad son de vital importancia para el desarrollo del cerebro de éste, lo que equivaldría a decir, su inteligencia.


De esta manera, el estudio hecho por las Universidades Norteamericanas de Pittsburgh (en Pensilvania) y California, reveló en su publicación en la revista oficial de la Evolution and Human Behaviour Society (Sociedad para la Evolución y el Comportamiento Humano) que mediante algunas pruebas de inteligencia hechas a los niños y niñas de diferentes mujeres, estos efectivamente mostraban diferentes niveles de inteligencia según las curvas que presentaba la madre.


De hecho en una población analizada de unas 16.000 mujeres y niñas, los resultados le daban un amplio margen a las mujeres con caderas anchas y cintura estrecha puesto que sus hijos al enfrentarse a diferentes pruebas cognitivas resultaban tener un cociente mucho mayor que los hijos de madres con caderas muy estrechas.


Así, los científicos Lassek, de la Universidad de Pittsburgh, y Steven Gaulin, de California, dijeron que existe un beneficio de los fetos por parte de los ácidos de las grasas poliinsaturadas haciendo que esto se traduzca en un mejor nivel de inteligencia, de otro lado, cuando existe una carencia de estos ácidos grasos, el feto sufre esta menor cantidad de nutrientes y por tanto, baja su rendimiento a nivel intelectual; además también pone de manifiesto que en madres adolescentes estos ácidos no están completamente desarrollados, por lo que también sería un impedimento para tener bebes más listos.


Los científicos concluyeron que estos estudios también podrían determinar el por qué los hombres aún siguen prefiriendo a mujeres con curvas antes que a mujeres estrechas. Ya que si bien la moda de hoy en día consiste en mostrar en las más famosas pasarelas a mujeres muy delgadas (casi emulando a cuerpos cadavéricos) como símbolos de la perfección femenina, son los hombres los que siguen prefiriendo cuerpos como los de Sofía Loren o Mónica Belluci, mujeres que han pasado a la historia como símbolos de la belleza femenina, y todo gracias a sus curvas muy pronunciadas.



No cabe duda que este estudio también podría desafiar los pensamientos de muchas mujeres que padecen enfermedades como la bulimia o la anorexia. Dichas enfermedades parten de un pensamiento colectivo en donde la preferencia de la mujer es estar delgadísima para sentir que puede ser aceptada tanto a nivel social como amoroso, lo que implicaría necesariamente pensar que un hombre no se podría fijar en una mujer con curvas.


Además, cabe aclarar que para muchas mujeres la palabra “curvas” significa tener una complexión gorda u obesa y esto no es así. Como ya he dicho famosas mujeres actrices de cine, han sido catalogadas como las más bellas del mundo por diferentes generaciones de hombres, debido sobre todo a sus caderas y a un cuerpo con unas curvas muy evidentes y, por tanto, apreciables y envidiadas por muchas otras mujeres.


Así, no debe pensarse que para salir embarazada una mujer deba estar subida de peso, lo que sí ocurre es que lass mujeres con un ligero sobrepeso suelen tener mayor facilidad para ser madres que las muy delgadas.  Pero cuidado, cualquier gestante que presente un peso mayor a su peso ideal, estará en riesgo de desarrollar algunos problemas durante el embarazo tanto para ella como para el bebé. En realidad, lo que no debe pensarse más bien, es que no se debe perder peso de tal manera que el cuerpo quede sin nutrientes (sobre todo a nivel de las caderas) como por ejemplo estos ácidos grasos poliinsaturados que hacen que los bebes puedan desarrollar problemas cognitivos. Una mujer con curvas quiere decir una mujer con un “cuerpo de reloj de arena”, lo que significa una mujer que puede tener su peso ideal o ser delgada, pero poseer unas caderas más anchas que la cintura, es decir en una proporción que debería oscilar entre 0,6 y 0,7.


De otro lado, es importante destacar que con una alimentación correcta durante el embarazo, tanto la madre como el niño podrán gozar de buena salud tanto durante la gestación como después de esta, lo que equivale a decir durante el periodo de lactancia del bebé, y la madre recuperará antes su figura. De hecho, hasta nuestros días, el hecho de que una mujer fuera curvilínea se había asociado a la posibilidad de que tenga una mayor capacidad de ser fértil, además de una mejor predisposición para dar a luz y además, una mejor calidad y esperanza de vida.


Finalmente, sólo me queda comentar que tal vez sea este tipo de estudios los que den las pautas sobre la alimentación de la mujer durante diferentes etapas de su vida, en vez de que estas se sigan dejándose llevar por las falsas tendencias que se imponen como símbolos máximos de la belleza de nuestra época, sin tener ningún escrúpulo acerca de la salud de estas mujeres.




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